La deportista llegó a España gracias a su amiga Aminata Diop
Redacción
Astou Ndour (Dakar, 1994) jugaba al baloncesto en un colegio en Senegal. En 2008 se marchó del país africano para comenzar una aventura: concretamente en Las Palmas de Gran Canaria, donde se adaptó a su nuevo entorno a pesar de las diferencias culturales y sociales. Su trabajo culminó en forma de gran premio: ser parte de la selección española. Participó en los Juegos Olímpicos de Río, donde se colgó una medalla de plata.
La barrera del idioma la salvó al principio con la ayuda de otra compañera de pista. “Vanessa Blé hablaba francés y me lo traducía todo”, dice Ndour. Empezó su carrera en la cantera del Islas Canarias en 2009 y debutó en el primer equipo en 2011, momento en el que Blé, también pertenecía al mismo club.
A pesar de las distancias, todos los días habla con sus padres que vienen a visitarla de vez de cuando. Tiene una familia grande.
Domingo Díaz y Begoña Santana, sus entrenadores en el Gran Canaria, le ayudaron mucho en su formación y adaptación a España. A pesar de que ya no juega en el club canario, su relación con ambos sigue intacta.
Desde que se convirtió en profesional, la pivot de 24 años ha probado experiencias en varios países como España, Turquía e Italia. En 2016 se fue a Estados Unidos para jugar en San Antonio Stars, de la WNBA.
Ndour, se estrenó con la selección española de baloncesto, en Tokio 2020 con una victoria en la que destacó aportando 28 puntos y 19 de valoración, aprovechando así un nuevo escaparate para trasladar su eficacia deportiva a una de sus grandes obsesiones personales; ayudar a los niños de su país a través de la fundación que creó en su país de origen. “Quiero que tengan la posibilidad de ir a la escuela y hacer deporte”.
Astou, crea un proyecto solidario con Senegal, la Fundación Astou Ndour Sports Études. “No quería que la futura generación pasara por la infancia que yo tuve. Era muy difícil entrenar, no tenía zapatillas ni ropa. Tengo una responsabilidad. No puedo ver gente sufriendo. Soy una persona muy emocional y sensible, si veo a alguien llorar yo también lo hago. Si tengo algo para dar a alguien que sufre, lo hago sin esperar nada”.
“No puedo ver gente sufriendo. Soy una persona muy emocional y sensible, si veo a alguien llorar yo también lo hago”
En los meses duros de crisis sanitaria regresó a África y Astou no dudó en transformarla en un banco de alimentos para ayudar a los más necesitados ante la carestía. Repartía arroz, aceite y azúcar.
Todo lo que hace y va a hacer Ndour con su fundación
Así lo comentó la de Dakar en una entrevista con DallasBasketball.com. En ella, la pívot, tiene grandes metas puestas. Y es que la fundación de Ndour unirá baloncesto y educación para los más jóvenes.
«Queremos hacer las cosas bien e ir en una línea de valores que nos permitan realizar una intervención de calidad. Queremos ayudar a las personas para lo más básico: comer. Pero también vamos a unir el baloncesto con la educación. Estamos trabajando para ponernos en marcha en poco tiempo, porque será necesario».
Una gran iniciativa de una jugadora que siente por igual a sus dos países de corazón. Por un lado, Senegal, donde nació y tiene a su familia, y España, de la que es ciudadana nacionalizada desde 2011 y se ha formado como jugadora.
Fuentes: El Confidencial / Gigantes