Sign Up To The Newsletter

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetuer adipiscing elit, sed diam nonummy nibh euismod tincidunt ut laoreet

    Artemis I: comienza la cuenta atrás para volver a la Luna

    La NASA presenta el primero de los cohetes que volverá al satélite antes de que termine esta década, siendo la primera nave que vuelva a reconquistar la Luna en casi cincuenta años

    Redacción

    La NASA ha terminado Artemis I, el primero de los cohetes que llevarán al ser humano de vuelta a la Luna antes de que termine esta década. La vuelta a las estrellas de la humanidad comenzó el pasado jueves, 17 de marzo, día en el que Artemis salió del edificio de ensamblaje de vehículos (VAB en sus siglas en inglés) del Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida.

    La nave ha iniciado su lento camino hacia la plataforma de lanzamiento 39B montado sobre uno de los gigantescos vehículos oruga que en su día llevaron a los cohetes Saturno del legendario programa Apolo, el gemelo de Artemis en la mitología griega.

    Artemis I será la primera nave que vaya a la Luna y vuelva en casi cincuenta años, aunque no irá tripulada. Su objetivo es demostrar la viabilidad del enorme cohete SLS, de la nave espacial Orion y el resto de sistemas de soporte en tierra desarrollados para esta increíble misión para que los astronautas puedan volver a poner sus pies en el regolito lunar.

    El cohete SLS es la principal apuesta de la NASA para la reconquista de la Luna. De su éxito depende todo el programa Artemis como una de las misiones espaciales más importantes de las últimas décadas y que cuenta con varias empresas de España participando en proyectos clave. Es también el cohete más potente jamás construido y el que utilizará la agencia espacial estadounidense para los viajes interplanetarios a Marte.

    El cohete SLS de la NASA. / FOTO: NASA/Joel Kowsky.

    Las últimas noticias que llegan desde el Edificio de Ensamblaje de Vehículos del Centro Espacial Kennedy en Florida no podían ser mejores. El SLS, que ya tiene acoplada la cápsula Orion en la cúspide, ha pasado satisfactoriamente todas las pruebas en las últimas semanas.

    La misión espacial

    A pesar de numerosos retrasos e incrementos en el presupuesto que demuestran la extrema complejidad del proyecto, la NASA — con la ayuda de la ESA y otros socios internacionales como Japón y Canadá — ha conseguido terminar el vehículo que no sólo nos llevará de vuelta a la Luna sino que además establecerá una presencia humana permanente en su polo sur y en órbita lunar, llevando los componentes de la estación Gateway que servirá de trampolín para la exploración de Marte y otros puntos del sistema solar.

    La misión usará la primera variante del SLS — llamada SLS Block 1 — que cuenta con una primera etapa con un núcleo central de cuatro motores Aerojet Rocketdyne RS-25D alimentados por hidrógeno y oxígeno líquidos junto con dos cohetes de combustible sólido SRB auxiliares. En total, seis motores producirán una fuerza de 39.000 kilonewtons para llevar a Artemis I a órbita. Será el cohete más poderoso de la historia, más aún que el Saturno V.

    A los ocho minutos después del lanzamiento, la nave Orion se separará del SLS y orbitará la Tierra hasta que su único motor lo lance en una maniobra de elevación del perigeo 54 minutos más tarde. Después sólo quedará realizar una última comprobación de los componentes antes de inyectarse en la trayectoria translunar con una ignición de 20 minutos que hará que Orion salga disparada a 2,74 kilómetros por segundo hacia nuestro satélite plateado.

    En este punto sólo habrá pasado hora y media desde el lanzamiento. Cuatro días más tarde llegará a la Luna, donde permanecerá en órbita retrógrada distante durante una semana, llegando más lejos que cualquier otra nave tripulada de la historia. Durante ese periodo probará múltiples sistemas antes de volver a nuestro planeta para caer sobre el Pacífico.

    En total, la misión durará 25 días y 12 horas. Casi un mes en el espacio de una misión que nos pone de nuevo en el buen camino y en la que volveremos a ver el amanecer de la Tierra sobre la Luna. Esperemos que la visión de nuestro precioso planeta elevándose sobre las estériles llanuras selenitas contra la negrura del vacío absoluto sirva para que una nueva generación dé un golpe en la mesa y le pare los pies a sátrapas como Putin y los que vengan después.

    Fuentes: NASA / El Confidencial